La gestión de creatividad es la administración, organización y funcionamiento de aquellos valores implícitos para facilitar la capacidad de creación de cualquier persona u organización. Estos valores se basan en las personas como generadores sociales de conocimiento, la creatividad como medio para obtener los recursos necesarios y la dirección y gestión de proyectos (Project Management) como disciplina para la gerencia adecuada del proceso y resultado.
Se divide así en tres tipos de creatividad: funcional, emocional e intuitiva.
¿Cómo se organiza la gestión de la creatividad?
Creatividad funcional
La creatividad funcional trata en esencia de una aplicación de la creatividad al ámbito racional. Esta denominación proviene de la confluencia de tres temas complementarios: La ingeniería del diseño, la gestión del conocimiento y la gestión de proyectos.
Creatividad emocional
La creatividad emocional es aquella que está relacionada con la gestión de las emociones tanto en el ámbito profesional como personal y que repercute directamente en las elecciones que toma tanto una persona como un colectivo constantemente.
Creatividad intuitiva
La creatividad intuitiva está ligada con el apartado más intuitivo, incontrolable, desconocido del acto de crear. Nos permite deslumbrarnos, abrirnos a ideas imprevistas, extrañas y conocer los aspectos más increíbles de uno mismo.
¿Qué me puede aportar la gestión de creatividad?
Como persona
la gestión de creatividad, puede ayudarte a reconocer tus capacidades creativas innatas, así como mejorar la gestión de los recursos que tienes a tu alcance. Con ello puede que logres una mayor conciencia de dónde te encuentras laboral y personalmente y cuáles y cómo conseguir tus objetivos.
Si eres una organización
puede impulsarte a conseguir un mayor desarrollo creativo acompañado de una mejor organización, mayor conocimiento de los factores que te influyen y capacidad de cambio.