Creatividad Funcional

La creatividad funcional trata en esencia de una aplicación de la creatividad al ámbito racional. Esta denominación proviene de la confluencia de tres temas complementarios: La ingeniería del diseño, la gestión del conocimiento y la gestión de proyectos.

La ingeniería del diseño

En el ámbito de la ingeniería del diseño – tema central de mi tesis doctoral en el grupo GID de la Universitat Jaume I  –  el diseño funcional plantea que un dispositivo está estructurado por módulos interconectados, los cuales cada uno tiene una función complementaria. Si lo llevamos al ámbito de la creatividad funcional muestra cómo éste nos puede ayudar en diferentes ámbitos tanto profesionales como personales que se encuentran enlazados.

De esa forma, simplificando, podríamos exponer que cada ámbito tiene una función determinada, que provoca que nos comportemos de una forma concreta realizando una serie de acciones concretas lo cual provoca unos resultados específicos. Luego dicho ámbito se puede desarrollar en diferentes entornos.

Imagen marco FBS

La gestión del conocimiento

Cuando realizamos cualquier actividad, tenemos claro que hay una serie de acciones que implican un procedimiento a seguir. A ese conocimiento de dicho procedimiento le llamamos explícito pues es abierto y público y lo podemos compartir o aprender. No obstante, hay también un conocimiento implícito: una serie de cuestiones que también influyen y que es complicado tener en cuenta. A través de la experiencia, las aprendemos a solventar, y sin embargo, es difícil poder compartir dicha información.

La creatividad funcional entonces emerge para encontrar los mecanismos para poder compartir toda esa información implícita. Así se puede nutrir y mejorar tanto los equipos de trabajo como nuestra vida personal al ser conscientes de los pasos que seguimos para llegar a nuestras metas.

Así podemos tanto mejorar nuestras costumbres como impulsar la vida de los demás.

COCINAR UNA PAELLA

Para hacer una paella, sabemos qué productos recopilar, y luego qué hacer con ello. Así podemos leer un libro de cocina para aprender a hacer una paella si nunca lo hemos hecho.

Luego, sabemos que no todo el mundo hace una igual, de hecho, hay quien dice que es todo un arte 😉 – porque en una cocina no podemos controlar las temperaturas exactas de los ingredientes, ni tampoco medimos el tiempo exacto de cada uno de los pasos.

Finalmente, cuando hablamos con nuestros amigos sobre cómo hacemos esa paella, nos damos cuenta de qué cosas podemos mejorar compartiendo nuestros «truquillos» que hemos ido aprendiendo durante el tiempo.

La gestión de proyectos

La gestión de proyectos – técnico en dirección y gestión de proyectos según el modelo IPMA -: es una disciplina multidisciplinar consolidándose en España pese a estar afianzada como profesión reconocida en Europa y los EE.UU. Según el modelo IPMA, un gestor de proyectos debe ser capaz de dominar eficazmente 3 tipos diferentes de competencias (técnicas, contextuales y de comportamiento). Las competencias técnicas y contextuales, pueden ser adquiridas a través de formaciones especializadas como en la Universitat de Alcalá.

Sin embargo, las competencias de comportamiento entre las cuales se encuentran las habilidades interpersonales, inteligencia emocional, y otras competencias igual de relevantes como la apreciación de valores o la ética, deben ser tratadas  en relación al ámbito de trabajo pues son eminentemente experienciales.

La creatividad funcional, se vertebra como un enlace necesario al apartado de creatividad emocional, pues la creatividad la entendemos como la capacidad de adaptación a los retos que cualquier situación provoca a un gestor de proyectos donde «el factor humano es una gran parte de la dificultad de gestión y de la complejidad de los proyectos» tal como indica Mónica Iglesias.

COSAS DE CASA

El que más o el que menos, se ha comprado un piso, ha hecho una reforma en casa, o ha organizado un evento donde ha tenido que depender de diferentes profesionales para solventar la situación.

En el caso de una reforma grande en un piso (el proyecto),  podemos necesitar de un fontanero, un albañil, un electricista o un pintor, dependiendo de los casos (miembros del proyecto). Contratamos sus servicios delegando así nuestro trabajo porque sabemos que son especialistas en el tema o no tenemos tiempo para ello (coste).

Y aún así, pueden surgir imprevistos, cambios, que debemos gestionar. Entonces puede aparecer el enfado, la crítica, los fallos, las dudas, las frustaciones, conflictos en los que la gestión de creatividad puede aportar una visión de mejora y aprendizaje para llegar al objetivo que más nos satisfaga.

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